El pasado viernes 18 de julio, el silencioso Guamá pidió al patrono de la lluvia, San Pedro, una tregua en tardes que tras el calentamiento del día, suele precipitarse los aguaceros. Así fue, no sin un natural calor, Febo se mostraba elegante. Con ese clima favorable a la búsqueda de refugio bajo los guanos del Ranchón, la Casa de la Décima Celestino García no solo acogió a los lugareños, sino que fue agraciada con la visita de una flor canaria: María Jesús Lozano Cáceres, poeta y cofundadora de la Asociación de poetas y escritores canarios La Arcadia.
Con ella, la no menos importante presencia del poeta y descendiente canario Francisco Henríquez, Premio José Vasconcelos, 2005 y director de la revista Carta Lírica, publicación que se distribuye en universidades y organizaciones literarias hispanoamericanas, España y Estados Unidos. La ocasión fue propicia para traer al escenario la agrupación Sabor de Cuba para el recibimiento musical. La solista Adelfa Velázquez, interpretó el tema “Yo soy el punto cubano”. Los músicos alistaron sus instrumentos para acompañar a los poetas en una ronda de repentismo con variados temas de presentación.
Diálogos interesantes resultaron los de Juanito Rodríguez y su hija
Anabeybi, así como el que sostuvieron esta niña y el joven Yasel García. El momento literario, espacio habitual del guateque, estuvo reservado para una connotación especial, los dos visitantes fueron congratulados con la entrega de la Llave del Ranchón, distinción que se le confiere a quienes desde el punto de vista de la creación, el enaltecimiento y difusión de los tesoros del folclor campesino, nos dignifican en utilidad y virtud como expresión humanística para el arte y la cultura hispanoamericanos. Ma. Jesús y Francisco recibieron este tributo de manos de dos artesanos de la comunidad: Andro Montano y su madre, Mercedes Hernández.
Después de otros espacios artísticos del guateque y la despedida, otro centro cultural aguardaba a nuestros visitantes.
A las 5 de la tarde llegamos a la Sede de la Casa de Tradiciones Canarias en Pinar del Río bajo las banderas de Canarias y Cuba.
Niñas del taller literario Benito Pérez Galdós, del escritor Lorenzo Suárez Crespo les obsequiaron ramos de flores con el canto de unas malaras mientras que la solista Yamilys Llanos interpretaba un fragmento musical de Las Leandras y un tema de Ernesto Lecuona.
La presidenta de la Casa Canaria, Florita López Rivero, expresó su gratitud y les habló sobre la institución.
Ma. Jesús ofreció un recital de poesía, incluida la décima malara, así como una donación de libros donde además de su obra poética se sumaban una antología de poetas canarios y varios ejemplares de la revista Carta Lírica.
El público, la mayoría descendientes de canarios, no solo disfrutó de los ecos líricos de la poetisa, sino que sintieron la espiritualidad y el paisaje canario en textos como este del libro Gran Canaria en el corazón.
Canarias y Cuba, con lazos permanentes desde sus propias raíces, tuvieron el mejor de los sellos para una tarde de verano cuando una misma llave no cerró, sino que dejó abiertas las puertas de Pinar del Río a quienes como Ma. Jesús y Francisco han sido y son hijos de su bucólico ambiente y esencia humanística.