Ni la inoportuna llovizna, ni el sofocante calor de esta noche de sábado impidieron que nuestra ciudad se vistiera de música.
La noche se tornó canción en la Casa de Cultura Pedro Junco y la de las Promociones Musicales La Sitiera … fue una noche para cantarle al amor y al desamor y también para apostar por la esperanza de que todos podamos abrazamos nuevamente.