Ser instructor de arte, más que una profesión, más que un empleo, es sin dudas, una filosofía de vida; algo para lo cual se nace y se vive todos los días.
Hoy en Vueltabajo fue jornada oportuna para brindarle nuestro reconocimiento y homenaje a los que, dentro de ese gremio, más se han destacado. Hubo lágrimas, que sucedieron sonrisas, flores, reconocimientos y muchos merecidos aplausos.
Arte del mejor acompañó esta mañana de celebración, donde inspirados en el ejemplo de Olga Alonso, los que sin importar dificultades, sanan el alma día a día, y en esa mezcla indisoluble entre artista y maestro, hacen crecer la espiritualidad del ser humano, desarrollar el gusto estético y la apreciación del arte, que es belleza en definitiva. Se reafirmó, sin decirlo, el compromiso de seguir apostando por el arte, siendo testigo, este día grande para la cultura cubana.


